PSOE-PP la gran coalición del trinque, el cártel político que devora a España

España no tiene Gobierno ni oposición. Tiene un cártel político perfectamente engrasado que cambia de caras para que nada cambie. PSOE y PP, esa pareja que en público juega a enemigos, pero en privado se reparte el botín, han sellado una vez más su pacto de supervivencia. No es una alternativa. Es un recambio pactado, diseñado para que los mismos sigan cobrando, saqueando y protegiendo sus intereses, mientras el país se desangra.

El teatro ya está montado: titulares para distraer, broncas impostadas en el Congreso y una coreografía política que insulta la inteligencia de cualquiera que aún crea en una democracia limpia. El saliente debe irse sin mancha, aunque tenga la mochila llena de decisiones cuestionables y favores que rozan lo indecente. El entrante, por su parte, fingirá que le incomoda heredar el lodazal, mientras en la sombra ajusta las cuentas para que todo siga igual.

El nombre de Cristóbal Montoro vuelve a escena como símbolo de este cáncer institucional. El hombre que abrió las puertas al saqueo fiscal más descarado y a las amnistías que salvaron a los poderosos, vuelve a ser parte de la ecuación. Nadie se inmuta. Nadie rinde cuentas. Nadie rompe el guion. El cártel político funciona como un reloj suizo: todo atado, todo calculado, todo para que los de siempre sigan protegidos.

Y mientras la ciudadanía lidia con impuestos asfixiantes, desempleo crónico y promesas incumplidas, los líderes del cártel se aseguran de blindar sus privilegios. Pactan reformas que nunca tocan sus bolsillos, mantienen redes de favores que alimentan a sus allegados y convierten cualquier crisis en una oportunidad para seguir exprimiendo al país. La democracia española, tal como está, se ha convertido en un simple escaparate para ocultar un sistema que ya no gobierna para la gente, sino contra ella.

Miguel Ángel Arranz