Alcobendas donde se habla poco y se trabaja menos

Al menos alguien ha tenido la dignidad básica de levantarse del sillón y presentar enmiendas. Porque, sorprendentemente, Más Madrid ha entregado 26 propuestas al presupuesto de Alcobendas. No sé si serán brillantes o un despropósito, pero al menos existen. Y con eso ya van varios cuerpos por delante del resto de partidos, que a estas alturas deberían cambiarse el nombre a Oposición Cero Trabajo S.L.

Pasemos al retrato:

1. Futuro, más conocido como el club del favor, con Aitor Retolaza al mando

Aquí no falla la fórmula: votarán a favor del presupuesto sin leerlo. Retolaza funciona con la precisión de un reloj… pero solo cuando se trata de negociar para él mismo.

Para Alcobendas, nada. Para sus despachos, todo.

Ni enmiendas, ni propuestas, ni rastro de trabajo real. Eso sí, cualquier puerta giratoria política, cualquier guiño personal o cualquier “intercambio de favores”… ahí está el club del favor, puntual y entregado.

2. El Partido Socialista con Ángel Sanguino: la oposición por extinción natural

El PSOE presentará una o dos enmiendas, como máximo… o directamente tirará la enmienda a la totalidad como quien tira una toalla sucia al suelo.

No porque estén en desacuerdo con todo, sino porque no dan para más.

No quieren, no pueden, no les apetece.

Saben que se lo van a tumbar, así que mejor no esforzarse. La comodidad ante todo.

3. Vox, que debería ser la oposición… pero vive en “modo ahorro de energía”

Alguna propuesta harán, como siempre. Una aquí, otra allá.

Pero tampoco esperes grandes batallas políticas.

Son el grupo que debería marcar el ritmo de la oposición, pero van más frenados que un tractor cuesta arriba. La fuerza que prometen en campaña se queda siempre en un pequeño empujón simbólico.

Y el resultado es el que es:

Una oposición apesebrada y otra oposición paralizada.

Unos no trabajan porque no quieren.

Otros porque no saben.

Otros porque su prioridad es su sillón, no tu ciudad.

Mientras tanto, Alcobendas, con 120.000 habitantes, viendo cómo nadie planta cara, nadie discute el presupuesto y nadie se toma en serio una de las decisiones más importantes del año.

Miguel Ángel Arranz